La primera captura fue una señal de lo que vendría
Con las jaulas en el agua, uno de ellos gobernaba el barco mientras los otros dos manejaban las líneas, asegurándose de que no se enredaran. Conocían esta rutina como la palma de sus manos.
Cuando aparecieron las primeras jaulas no lo podían creer. Su lugar había valido la pena nuevamente y parecía que hoy iba a ser el mejor día de su vida. Chocaron los cinco para celebrar, vaciaron las jaulas y se prepararon para hacerlo todo de nuevo.
