La delicada posición de Crypto en China e India
Tanto China como India han aumentado la regulación de las criptomonedas en los últimos meses. Estas regulaciones han sofocado la industria en crecimiento desde que se introdujeron. Echemos un vistazo a lo que ha estado sucediendo en ambos países y cómo ha impactado en la industria de las criptomonedas.
China comenzó a regular las criptomonedas por primera vez en septiembre de 2017, cuando el país prohibió las ofertas iniciales de monedas (ICO). Las ICO son un método de recaudación de fondos en el que las empresas ofrecen tokens a los inversores a cambio de capital de inversión. Esta prohibición fue seguida por una represión de los intercambios nacionales en febrero de 2018. Como resultado de estas acciones, el volumen de transacciones de Bitcoin cayó en más de 90%.
En India, el Banco de la Reserva de la India (RBI, por sus siglas en inglés) prohibió a los bancos tratar con negocios de criptomonedas en abril de 2018. Esto provocó el cierre de varios intercambios, ya que ya no podían operar sin el apoyo bancario. El RBI también propuso prohibir el comercio de criptomonedas en 2019, aunque esto aún no se ha promulgado.
Los gobiernos de China e India han adoptado enfoques muy diferentes para la regulación de las criptomonedas. En China, el gobierno ha adoptado una postura de línea dura, prohibiendo las ICO y los intercambios. Sin embargo, en India, el gobierno solo ha prohibido a los bancos tratar con negocios criptográficos. Estos enfoques contrastantes resaltan la delicada posición que ocupa la criptomoneda en ambos países.
Inicialmente, China fue cautelosa en el desarrollo y la aplicación de la tecnología blockchain. Esto se debió al relativo anonimato y la inmutabilidad de la información de la tecnología, ya que cada transacción de blockchain tiene un registro y una firma digitales que se pueden identificar, validar, almacenar y compartir. Muchos creían que la tecnología blockchain podría convertirse, por lo tanto, en un arma de doble filo para el Partido Comunista de China (PCCh), ya que frustraría los esfuerzos del gobierno para censurar el contenido que considera confidencial y, en términos más generales, los esfuerzos para afirmar su soberanía cibernética. .
El gobierno indio, por otro lado, ha sido abiertamente hostil a las criptomonedas. En 2017, el Banco de la Reserva de la India (RBI) emitió una advertencia contra el uso de monedas virtuales, afirmando que representaban un riesgo para los consumidores e inversores. La posición del RBI se reforzó aún más en 2018 cuando prohibió a los bancos brindar servicios a empresas o personas que comerciaran con criptomonedas. Este movimiento efectivamente frenó la floreciente industria de la criptografía del país, que había ido creciendo en popularidad en los últimos años.
A pesar de la lucha histórica por adaptar bitcoin y otros criptoactivos, ambos países han suavizado su postura sobre la tecnología blockchain en los últimos tiempos. En febrero de 2019, el ministro de finanzas de la India anunció que el país planeaba establecer un grupo de trabajo para estudiar la viabilidad de una moneda digital del banco central (CBDC). Este movimiento se produjo solo unos meses después de que el presidente de China, Xi Jinping, declarara que blockchain debería desempeñar un "papel importante" en el futuro del país.
El cambio de actitud hacia la tecnología blockchain es indicativo de una tendencia más amplia que se está produciendo en ambos países. A medida que continúan desarrollándose económicamente, China e India están comenzando a ver los beneficios potenciales de las criptomonedas y lentamente están comenzando a integrarlas en sus sistemas financieros. Al hacerlo, es probable que brinden un impulso muy necesario al mercado criptográfico global.